Un poco de Historia.
Desde que se colonizaron estas tierras los lobos marinos al igual que otras especies comenzaban a conocer el terror de la mano humana:
El ser humano los cazaba para obtener carne y aceite; pero la principal razón para seguirlos era que la piel de las crías recién nacidas tiene uso en peletería.
En Uruguay las poblaciones de lobos marinos han sufrido una explotación continua aunque irregular en el tiempo.
El aceite de lobo marino consecuente de la cocción de las grasas de los animales faenados, fue utilizado desde 1724 en el sistema de iluminación de la ciudad de Maldonado. En 1792, la explotación lobera dependia directamente del Rey de españa y fue utilizada a traves de la real Compania Maritima hasta 1808.
Años más tarde, el estado comienza a realizar ciertos controles, pero continua adjudicando las matanzas a concesionarios particulares.
Entre 1873 y 1900, fueron sacrificados un total de 454.500 animales.
La captura entre 1910 y 1942, fue de 71.860.
Desde 1942 al 1947, se sacrificaron 17.000 animales.
Desde 1950 al 1991, el número de animales sacrificados ascendió a 273.416.
Desde 1991 en adelante se han realizado faenas zafrales.
En octubre de 1991, de acuerdo a la promulgación de la Ley de Empresas Públicas, la Industria Lobera y Pesquera del Estado (I.L.P.E.) es suprimida y se establece que el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), a través del Instituto Nacional de Pesca (INAPE), estableciendo que la INAPE tendrá el monopolio de la faena de lobos marinos en todas las costas e islas del país.
¿Como lograr que una medida fuerte y poco ética, como lo seria la matanza de lobos marinos sea aceptada por la sociedad?
Generando previamente un problema.
Esto es lo que esta sucediendo en Uruguay:
El pasado mes de marzo el ministerio de Defensa a voz de E. Huidobro afirmo frente a los medios que los lobos marinos de las costas Uruguayas eran PLAGA.
Generando una ola de desinformación, apuntando a una especie como plaga, cuando el verdadero problema radica no en los lobos marinos sino en nuestro afán por cotizarlo todo, hasta la propia vida.
http://www.diariolarepublica.net/2012/01/lobos-plaga/
http://www.diariolarepublica.net/2012/01/lobos-plaga/
El verdadero problema
La DINARA ( DirecciónNacional de recursos acuáticos) junto a la MGAP ( Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca) y DINAMA son de los entes encargados de regular y ordenar la matanza de cientos de animales.
Quienes motivados por el capital utilizan la desinformación. la demagogia y el vinculo entre quienes regulan el mercado y quienes se benefician de el, por lo tanto las empresas regulan su propio mercado, pescan, cazan y exportan según su conveniencia.
Mientras que la matanza parecía ser cosa del pasado, la explotación sobre estos animales siempre ha existido:
la captura, entrenamiento, transporte y venta de cientos de estos animales a parques acuáticos y zoológicos de todo el mundo, especialmente Europa y China, genera un trafico de animales orquestado por la DINARA.
Hay dos tipos de lobos:
El lobo fino (300.000) y el león marino también conocido como Otaria- que se ve en el puerto de punta del Este, con una población de 9.000 ejemplares y que disminuye año a año.
El león marino quien es el causante de romper las redes de los pescadores es una animal el cual su población está en disminución, y el cual está muriendo a causa de esto, por lo cual seria erróneo considerarlo una plaga y mucho menos pensar en acabar con su población.
No es tampoco el causante de la falta de peces que podría afectar a los pescadores artesanales, lo que realmente está matando la fauna marina, a los lobos y a los peces es la pesca Industrial y de arrastre, las regularizaciones, las leyes y las instituciones como la DINARA que lo están matando todo para que algunos se llenen los bolsillos a costa de cientos de vidas.
¡NI PLAGA, NI EXPLOTACIÓN, NI MATANZA!
Es hora de alzar las voces por la fauna marina de que estas empresas dejen de explotar y devastar la vida.
Es momento de traspasar la barrera de la especie y entender que todos los animales , sean marinos, terrestres, grandes o chicos, más o menos inteligentes sufrimos por igual y disfrutamos de nuestra vida de la misma manera.
