La verdad sobre la industria farmacéutica




La Industria farmacéutica es muy poderosa ya que controla los precios de semillas medicamentos y vacunas que pueden salvar la vida de millones de personas y animales. Y estos precios no son precisamente asequibles.

La industria farmacéutica también se nutre del marketing, la publicidad, la a dicción de los clientes y sobretodo de las patentes. Cuando un laboratorio Farmacéutico descubre la formula de un medicamento para tratar una enfermedad determinada, este laboratorio tiene derecho a ejercer el monopolio de este durante un numero determinado de años.
Este derecho se conoce como patente. La patente permite que la empresa venda medicamentos y vacunas de primera necesidad a precios desorbitados, ya que ejerce un monopolio comercial.

La competencia entre empresas para descubrir nuevas formulas y poderlas patentar causa que los experimentos sean de estricta confidencialidad. El no intercambio de información entre laboratorios provoca que se utilicen más animales, pues se puede estar repitiendo un experimento cuyo resultado ya se conozca. Esta realidad no es únicamente perjudicial para los animales, sino también para los enfermos y en especial para el avance de la ciencia, ya que si este conocimiento no se comparte, atrasa investigaciones que podrian servir para el bien común.





El derecho comercial de las empresas a obtener la patente, en muchos casos ha chocado con los derechos humanos, ya que los precios impuestos no son en absoluto asequibles para la mayoría de la población, con lo cual se ha negado un derecho tan básico como la asistencia médica. Por ejemplo, las primeras patentes de los fármacos que componen el cóctel antirretroviral para tratar VIH tenían un coste de mil dólares mensuales, siendo la mayoría de afectados personas que vivían en extrema pobreza.

Una vez las patentes han caducado, otros laboratorios pueden comercializar la misma fórmula, pero sin la firma del laboratorio prestigioso. Este tipo de medicamentos se conoce como los genéricos, una especie de marca blanca para medicamentos.

Los genéricos han supuesto una gran esperanza para miles de enfermos en países en vías de desarrollo. Los grandes países productores de genéricos son la India y Brasil, pero la creciente demanda de este tipo de fármacos no ha dejado indiferentes a los grandes laboratorios.

Uno de los mayores ejemplos de la perversidad de la industria farmacéutica se puede encontrar en la demanda judicial que presentó la empresa farmacéutica multinacional Suiza Novartis al gobierno de la India con el objetivo de que este país dejara de producir un fármaco genérico para tratar enfermos de cáncer. Finalmente, la justicia dio la razón al gobierno Indio, pero la multinacional farmacéutica demostró no tener ningún escrúpulo en dejar sin tratamiento a centenares de miles de enfermos para poder obtener un monopolio.

Además de los intereses que genera conseguir la patente de un fármaco. las empresas farmacéuticas no se preocupan ni de la salud, ni del bien estar de los enfermos, ya que sólo investigan aquellas enfermedades de las cuales podrán obtener grandes beneficios económicos. Si bien se han conseguido grandes avances en el Cáncer y el SIDA, es porque estas son una pandemia en el mundo desarrollado y resultan un mercado atractivo. Por lo tanto se realizan investigaciones porque generaran grandes ventas.

Las enfermedades minoritarias, por muy crueles que sean, no son un mercado atractivo para las farmacéuticas, ya que suponen un mercado reducido. En este caso, estas enfermedades serán ignoradas y no investigadas.

De hecho la mayoría de las enfermedades del mundo no son investigadas. El porque de esto es simple. La mayoría de las enfermedades del mundo sólo tienen incidencia en los países subdesarrollados, y sólo afectan por ser más vulnerables y por exposición al medio, a personas pobres. Males como el chagas, el Kala-azar, Dengue, Malaria Tuberculosis, etc. no encuentran cura porque sus enfermos son demasiado pobres para pagar el precio de un tratamiento, aunque algunas de esas enfermedades en otras circunstancias tendrían cura.


Fragmentos extraídos de: http://www.liberaong.org/